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El efecto camaleón: por qué copiamos inconscientemente a los demás y cómo sacarle partido

Qué es el efecto camaleón
Es la imitación inconsciente de las expresiones faciales, los gestos, el comportamiento verbal, las señales no verbales y otros elementos de comportamiento de otra persona. Al igual que los camaleones, que dan nombre al efecto, pueden cambiar de color, nosotros tendemos a adaptarnos a las personas con las que interactuamos en entornos sociales. Y a medida que nos parecemos más a ellas, ellas se parecen más a nosotros.

En amistades íntimas o relaciones románticas, el efecto camaleón se intensifica gradualmente. Cuanto más tiempo pasamos con alguien, más interiorizamos hábitos similares. Puede tratarse de patrones recurrentes y característicos de comportamiento, comunicación o socialización.

Por otra parte, no necesariamente tenemos que tener un historial de relaciones con una persona para experimentar el efecto camaleón. Los psicólogos han descubierto que la imitación involuntaria también puede aparecer durante la comunicación con desconocidos. Y aunque no sonrían, no mantenemos el contacto visual con ellos y no tenemos el objetivo de encontrar un lenguaje común con ellos.

Por qué se produce el efecto camaleón
Las razones de este fenómeno tienen que ver con la evolución. Las investigaciones sobre el mimetismo conductual sugieren que copiamos inconscientemente a las personas que nos rodean para aumentar nuestras posibilidades de ser aceptados en un grupo. Esto era necesario para nuestros antepasados porque tenían que depender de los demás para sobrevivir, por ejemplo para encontrar comida y defenderse de los depredadores.

Por eso los investigadores llaman al efecto camaleón “pegamento social”: imitar a alguien refuerza inconscientemente nuestro vínculo con él. Según las investigaciones, suele tener un efecto positivo en la relación entre dos personas porque les hace creer que se parecen y están en la misma longitud de onda. Además, el efecto camaleón nos anima a confiar más en quienes nos rodean, a encontrarlos más atractivos y a sentir una conexión más fuerte con ellos.

Los primeros estudios sobre el efecto camaleón han confirmado que fomenta una mayor simpatía y comprensión. Los participantes en los experimentos observaron que los interlocutores que copiaban sus movimientos, a diferencia de los que no lo hacían, les gustaban mucho más y el diálogo con ellos se entablaba de forma mucho más fluida.

Así pues, la copia inconsciente es una de las formas en que nuestro cerebro trabaja para llevarse bien con otras personas. Al fin y al cabo, cuanto mejor interactuamos con ellas, más se satisface nuestra necesidad fundamental de formar parte de un grupo y más rápido formamos los vínculos y relaciones sociales que nos ayudan a vivir felices para siempre.

Cómo se manifiesta el efecto camaleón
Puedes notarlo cuando interactúas con tus amigos, por ejemplo saludándoos con las mismas palabras o sentándoos con las piernas cruzadas. Además, solemos copiar no sólo las posturas, sino también las expresiones faciales y el estado de ánimo de una persona cuando nos da una buena o mala noticia.

Con los desconocidos, el efecto camaleón también se nota, pero no de forma tan evidente. Puede detectarse, por ejemplo, en momentos en que cambiamos de postura exactamente igual que la persona que tenemos enfrente en el metro, o cuando respondemos a un cumplido sobre nuestra ropa con un cumplido similar.

Un elemento del comportamiento es especialmente fácil de transmitir. Se trata de la sonrisa, que es un ejemplo típico de copia inconsciente. Estamos diseñados para devolver la sonrisa a quien nos la devuelve.

Quién es más susceptible al efecto camaleón
Como ocurre con otros fenómenos sociales, el efecto camaleón no se da en todas las personas por igual. Aunque a todos nos afecta de un modo u otro, algunas categorías de personas son más propensas que otras.

Personas empáticas
copian a sus interlocutores con mayor facilidad. Esto tiene sentido: si puedes ponerte en el lugar de otra persona, es probable que seas más receptivo a su comportamiento y más abierto a aceptarlo.

Personas en entornos desconocidos
En circunstancias nuevas, como una entrevista de trabajo o en compañía de desconocidos, es más probable que utilicemos el efecto camaleón para adaptarnos al entorno y encajar, al menos exteriormente, en lugar de destacar negativamente. En una situación así, esto nos beneficia, ya que nos ayuda a establecer contactos rápidamente y a causar una primera impresión favorable.

Personas cuyo trabajo depende de las relaciones sociales
Por ejemplo, vendedores o asesores. A menudo reciben formación para beneficiarse del efecto camaleón y se acostumbran a utilizarlo. Cuando estos profesionales reflejan conscientemente los gestos y la forma de hablar del cliente, éste empieza a confiar en ellos y tienen la sensación de que les comprenden. Funciona. Por ejemplo, los camareros que copian el comportamiento de los clientes reciben más propinas.

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